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Carlos Reinoso, Director General de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

  • Publicado el 28 de Febrero de 2022
“La industria papelera española es la segunda mayor recicladora de la UE en volumen”

Carlos Reinoso, Director General de ASPAPEL, habla en esta entrevista de los datos del sector papelero, del compromiso con la economía circular, del alza de precios y del desabastecimiento entre otros muchos temas.

Carlos Reinoso, Director General de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

¿Cuáles son los datos del sector papelero hoy día en cuanto a número de empresas papeleras, producción, facturación y situación con respecto a Europa?

En las diez fábricas de celulosa y sesenta y nueve de papel que tenemos en España, el sector produjo en 2020 1,7 millones de toneladas de celulosa y 6,3 millones de toneladas de papel y facturó 3.981 millones de euros. El 46% de esa producción se destina a los mercados exteriores, que suponen el 59% la facturación total. Con un 4% de la producción europea, España es el quinto productor de celulosa de la UE, después de Suecia, Finlandia, Portugal y Alemania. Y con un 7% de la producción europea de papel somos el sexto productor, tras Alemania, Finlandia, Suecia, Italia y Francia.

En el ámbito de la circularidad es relevante mencionar que la industria papelera española es la segunda mayor recicladora de la UE en volumen solo por detrás de Alemania y empatado con Francia, gracias a la concurrencia de tres factores: un sistema de recogida altamente eficiente, con la implicación de los ayuntamientos y la colaboración masiva de la ciudadanía, un importante sector de la recuperación y una industria papelera con una gran capacidad recicladora que garantiza el reciclaje de todo el papel recogido en España conforme a los estándares europeos de calidad.

¿Qué porcentaje de empresas españolas forman parte de Aspapel?

La asociación cumplirá este año 45 años de existencia. Nació con voluntad integradora, agrupando empresas de diferentes ámbitos geográficos, de tamaños dispares y fabricantes de distintas especialidades de celulosa y papel en toda España. Y esa voluntad integradora se traduce hoy en un altísimo nivel de representatividad, donde las empresas asociadas suponen más del 90% de la producción del sector. Es interesante recordar además que ASPAPEL en 1992 fue una de las organizaciones fundadoras de la Confederación Europea de Industrias del Papel.

Carlos Reinoso, Director General de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

¿Hay algo que diferencie al sector papelero en España del de otros países?

Una característica diferencial del sector papelero español es el altísimo uso de materias primas locales: el 97% de la madera utilizada procede de plantaciones locales y el 71% del papel usado que se recicla procede de la recogida nacional. Esas materias primas locales se transforman industrialmente en las fábricas de papel que el sector tiene en nuestro país, creando valor añadido.

También podemos señalar como rasgos muy característicos de nuestra industria papelera un mayor peso del reciclado (con una tasa de reciclaje, es decir, papel usado como materia prima sobre el consumo total de papel y cartón por encima del 78%) y una mayor implantación de la cogeneración (con una potencia instalada de 876 MW).

Otro signo distintivo es que la industria papelera española produce un mix muy equilibrado de papeles que incluye todas grandes variedades para el muy diverso abanico de productos papeleros. El sector produce tanto papeles para cartón ondulado como cartón estucado, con los que se fabrican los distintos tipos de envases y embalajes necesarios en el transporte y comercio de toda clase de mercancías. Produce además papel para sacos de gran contenido (cemento, alimentos de mascotas…), papel para bolsas comerciales, cartón para tubos, productos de celulosa moldeada…

Para usos higiénicos y sanitarios la industria papelera española fabrica papeles tisú que se utilizan en la higiene personal (papel higiénico, compresas, pañales, pañuelos…), el ámbito domestico (rollos de papel de cocina, servilletas, manteles…) y para material sanitario y de limpieza industrial. Fabricamos también papeles gráficos para la impresión de periódicos, revistas, libros, folletos, carteles y para la escritura (folios, cuadernos…). Y además un creciente sinfín de papeles especiales para muy diversas aplicaciones: papeles autoadhesivos, papel filtro, papel metalizado, papeles de seguridad…

¿Cómo está la cuestión del desabastecimiento? ¿Y el alza de precios se va a mantener?

En 2020, como industria esencial, mantuvimos abiertas la práctica totalidad de las fábricas de que el sector tiene en España y la producción se situó en niveles no muy lejanos a los del año anterior (con una caída en la producción de papel del 2,6% y del 0,4% en la de celulosa). Y en el año 2021 estimamos un incremento en la producción de papel superior al 6% y en la celulosa de alrededor del 8%, claramente por encima de los niveles prepandemia.

Esta fortaleza de nuestra industria está, sin embargo, sufriendo el embate de la escalada de la energía, que está deteriorando gravemente la situación del sector ya desde los últimos meses de 2021. Hacer predicciones en esta situación en la que un entorno prometedor se ha visto seriamente comprometido especialmente por los costes energéticos, pero también por el coste de las materias primas, los fletes… resulta complicado, cuando no sabemos cómo van a evolucionar estos costes ahora disparados.

Carlos Reinoso, Director General de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)

En el sector papelero hay un compromiso con la economía circular. ¿Cómo se materializa?

La circularidad es uno de los pilares fundamentales de la estrategia industrial del sector papelero español, que se desarrolla no solo a través del reciclaje masivo de nuestros productos sino también con la circularidad natural que se produce en las plantaciones renovables de madera para papel, que se están constantemente replantando y regenerando. Una circularidad que, incluso más allá de nuestras materias primas y del fin de vida de nuestros productos, se produce también en el ámbito de la fabricación con la valorización de los residuos del proceso y el uso eficiente del agua.

¿Cuáles son las principales tendencias de sostenibilidad?

Los grandes retos de nuestra industria en la actualidad son la necesaria descarbonización, con la que estamos firmemente comprometidos, y avanzar en esa doble circularidad del papel que comentábamos. El camino hacia esa bicircularidad descarbonizada, está ya jalonada de logros y oportunidades como la materia prima local, renovable y neutra en carbono; las muy altas tasas de reciclaje, o el haber logrado desacoplar las emisiones de carbono del crecimiento de la producción, a través de la eficiencia energética. Y de manera muy especial hay que citar el creciente y acelerado proceso de sustitución de materiales, que protagonizan los bioproductos papeleros bicirculares y bajos en carbono, como alternativa a los productos intensivos en carbono, procedentes de fuentes no renovables y no biodegradables.

El sector de la celulosa y el papel representado por ASPAPEL plantea trienalmente ambiciosos objetivos de mejora de los que da cuenta periódicamente en las Memorias de Sostenibilidad, agrupados en torno a cuatro ejes de actividad en esta materia: gestión forestal sostenible, proceso productivo eficiente y responsable, generación de riqueza y contribución a la calidad de vida y liderazgo en recuperación y reciclaje.

¿Por qué es importante que el papel puesto en el mercado esté certificado FSC y/o PEFC?

El creciente compromiso de los consumidores con la sostenibilidad encuentra respuesta en la gestión forestal sostenible de nuestras masas forestales y su certificación que garantiza el origen sostenible de los productos forestales. Un bosque gestionado sosteniblemente goza de mayor acomodo a la biodiversidad, más vitalidad y mejor salud y se enfrenta mejor al riesgo de incendios y plagas, a la vez que contribuye en mayor medida al desarrollo rural.

El compromiso del sector papelero español con la gestión forestal sostenible y el desarrollo de su certificación ha dado grandes resultados en la última década. Hoy, en un alto y creciente porcentaje, el sector utiliza madera con certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC). La madera certificada consumida por el sector asciende al 61% y la totalidad del abastecimiento de madera del sector está controlado, al proceder únicamente de la Unión Europea. Están certificados el 100% de las fábricas de celulosa y de los proveedores de celulosa, el 92% de los proveedores de madera del sector y el 62% de las fábricas de papel. Y por lo que se refiere a los productos, el 60% de la celulosa consumida por el sector y el 62% del papel puesto en el mercado están certificados.

Reciclamos el 78% del papel que consumimos, pero ¿sigue creciendo este porcentaje?

El sector trabaja para seguir progresando tanto en el volumen como en la calidad del reciclaje. Nuestros retos y objetivos para los próximos años son la adaptación de los sistemas de recogida selectiva municipal a los nuevos hábitos de consumo, el fomento de la calidad del material recogido (libre de materiales ajenos que no sean papel o cartón) y en general promover la eficiencia a lo largo de toda la cadena del papel para seguir avanzando en la economía circular del papel.

Entre otras iniciativas, ASPAPEL participa de manera agrupada en 4Evergreen, una ambiciosa alianza europea en la que colaboran más de 50 compañías y organizaciones de la cadena de valor de envases de papel y cartón para optimizar la circularidad de nuestro sector y productos, en un esfuerzo de colaboración sin precedentes entre fabricantes, transformadores, envasadores y las propias marcas. La iniciativa puesta en marcha por CEPI (la asociación europea de la industria papelera a la que pertenece ASPAPEL) tiene como objetivo incrementar la contribución del papel para envases a una economía circular y sostenible que minimice el impacto climático y ambiental. El proyecto se centra en desarrollar una guía de circularidad y un protocolo de evaluación de reciclabilidad para toda la industria, en desarrollar pautas para mejorar la recogida y clasificación de los envases de papel y cartón, incluidos los multimateriales, y en impulsar la innovación.

Y es también importante mencionar el programa Pajaritas Azules puesto en marcha por ASPAPEL en 2016 y que obtuvo en 2017 el European Paper Recycling Award, prestigioso premio bienal organizado por el European Paper Recycling Council. Se trata de un programa anual de asesoramiento, evaluación y reconocimiento de la calidad de la gestión municipal en recogida selectiva para el reciclaje de papel y cartón, enfocado a la mejora continua, dirigido a entidades locales (municipios y agrupaciones locales) de más de 50.000 habitantes y capitales de provincia. En la edición 2022 el programa ha batido récords de participación con 45 ayuntamientos premiados con una dos, o tres Pajaritas Azules.

El papel también se está posicionando como alternativa a otros productos no renovables o biodegradables. ¿Cree que esto irá en aumento?

El nuevo consumidor del siglo XXI, claramente comprometido con la sostenibilidad, es quién está marcando esta tendencia que sin duda va a más. Según la Encuesta del papel 2020, realizada por Sigma Dos, el 85% de los consumidores quiere que el uso de productos papeleros se incremente sustituyendo a otros materiales (65%) o se mantenga (20%). Y los productos papeleros obtienen una alta valoración del 7,8 sobre 10, con la reciclabilidad (8,5) y la biodegradabilidad (8,1) como características más valoradas.

Ningún material es óptimo para todas las posibles aplicaciones; pero las grandes marcas de distribución y envasado están trabajando activamente con las empresas papeleras en busca de alternativas más sostenibles. Y el papel tiene un importante potencial de sustitución de otros materiales. Según estudios de consultoras especializadas, el 25% del uso actual de materiales no renovables en envases podría reemplazarse, sin comprometer la funcionalidad. Por ejemplo, ya se están desarrollando polímeros naturales que se pueden incorporar a envases de papel y cartón para protegerlos de la humedad y hacerlos impermeables sin comprometer su reciclaje.

La innovación está jugando y va a jugar un papel fundamental. Pajitas para bebidas hechas de papel; cápsulas monodosis de café compostables; bandejas alimentarias compostables para restauración, catering y comida para llevar; bolsas de supermercado reutilizables, reciclables y biodegradables; barquetas de cartón para la venta de productos frescos en tiendas o bolsitas de té 100% de fibras de celulosa son solo algunos de los productos papeleros que la industria está desarrollando y poniendo en el mercado para dar soluciones a las necesidades del consumidor responsable.

En los últimos tiempos algunas papeleras han decidido invertir en nuestro país con nuevas instalaciones o ampliaciones. ¿Por qué cree que invierten en España?

La industria de la celulosa y el papel es un sector que cree en su futuro y en los últimos años ha realizado efectivamente importantes inversiones por un montante superior al 8% de su facturación, fundamentalmente en ampliaciones de capacidad y en renovación tecnológica e innovación. Globalmente, hablamos de un sector en continua transformación que está migrando en buena medida hacia mercados con mayor potencial de crecimiento como los envases y embalajes y productos de mayor valor añadido como los papeles especiales para muy diversas aplicaciones.

¿Cómo cree que evolucionará el sector a corto plazo?

Es complicado hacer predicciones a corto en estos momentos de gran incertidumbre. Pero a medio y largo plazo no tenemos ninguna duda de que como sector que mejora la calidad de vida de los ciudadanos del siglo XXI con bioproductos renovables y reciclables, la industria papelera es una industria de futuro.

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