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La demanda en el mercado impulsa cada vez más la sostenibilidad

  • Publicado el 25 de Mayo de 2020

En los últimos sesenta años, los requisitos normativos son los que han impulsado mayormente los esfuerzos ecológicos en la industria de la transformación. Pero ahora, los titulares de marcas con gran competencia técnica en sostenibilidad se han convertido en una fuerza importante al mostrarse más exigentes con sus proveedores en ese campo.

“Ahora, el enfoque se centra y seguirá centrándose claramente en temas de sostenibilidad. También notamos el incremento constante del interés y la competencia técnica de nuestros clientes en materia de sostenibilidad”, señala Johan Granås, Director de Sostenibilidad en Iggesund Paperboard, resumiendo el trabajo en sostenibilidad de la empresa del año 2019. “Por eso nos complace informar que en 2019 hemos tomado varias buenas medidas en esa dirección”.

La demanda en el mercado impulsa cada vez más la sostenibilidad

Las dos fábricas de cartón de Iggesund —ubicadas en Iggesund (Suecia) y en Workington (Inglaterra)— reportan avances en la reducción de su consumo de agua y de las repercusiones climáticas de su producción, así como un trabajo de primer orden en materia de seguridad todo el año. Workington Mill tuvo resultados particularmente notables: logró el récord de producción de su cartón Incada en 2019 y no tuvo ninguna ausencia laboral en todo el año por lesiones profesionales (LTI, por las siglas en inglés de “lost-time injury”).

“El excelente y sistemático trabajo de la fábrica a lo largo de muchos años para mejorar el entorno y la seguridad laborales ha rendido frutos, ¡sin duda alguna! El LTI de cero que obtuvo la fábrica en 2019 sirve de inspiración y es un ejemplo para todo lugar de trabajo”, indica Granås, visiblemente impresionado.

En relación con su impacto en el clima, Iggesund Paperboard ha invertido 320 millones de libras desde 2012 para desarrollar combustible obtenido a partir de la biomasa y para efectuar la transición del combustible de origen fósil a la biomasa en los sistemas de energía de sus fábricas. El trabajo ha dado resultados importantes. En 2019, más del noventa por ciento de la operación de las fábricas se hizo con bioenergía, por lo que continúan produciendo cartón para embalaje con muy baja emisión de dióxido de carbono de origen fósil.

“Nuestro objetivo es liberarnos por completo del combustible de origen fósil, y hemos recorrido un largo trecho”, afirma Granås. En 2019 Iggesund Mill logró reducir su consumo de energía en 90 GWh aproximadamente, lo que equivale al consumo de energía de 3500 casas independientes en Suecia. En total, la fábrica produjo cartón Invercote con un 98,6 por ciento de bioenergía, lo que redujo significativamente sus emisiones de dióxido de carbono.

El año pasado demostró que no basta contar con tecnología, maquinaria y equipo. La fábrica de Iggesund ha informado a sus operadores de energía el impacto que tienen en el clima algunas de sus decisiones y los ha animado a incluir dichos aspectos en sus objetivos. Esto ha producido buenos resultados, definitivamente.

“Siempre hemos dicho que el cartón no lo fabrican las grandes máquinas, sino la gente. Y hemos aplicado el mismo criterio en cuanto a la emisión de gases con efecto invernadero”, explica Johan Granås. “Nos llena de orgullo la dedicación que muestran nuestros empleados hacia estos temas. Hemos tenido cursos de concienciación y, por supuesto, el debate de los últimos años sobre el clima ha llamado más la atención sobre estas cuestiones”, prosigue.

“Si bien se han adoptado ya las medidas principales y aunque se vuelve cada vez más compleja la reducción de emisiones de origen fósil según nos vamos acercando al cien por ciento, solo hay una dirección que seguir: hacia adelante”.

Las repercusiones climáticas del cartón no se deben únicamente a la operación de las fábricas. El transporte se ha convertido en un problema de sostenibilidad cada vez más importante para Iggesund Paperboard. La huella de carbono en la producción de Invercote e Incada es relativamente baja en comparación con la industria del papel y del cartón en su conjunto. Como consecuencia, el transporte de nuestros productos a los clientes comporta un alto porcentaje de su carga total sobre el clima. Los clientes de Asia y Estados Unidos se preguntan si enviar cartón desde Suecia a Japón o a los Estados Unidos es razonable desde la perspectiva del clima.

“Nuestros cálculos indican que ese es el caso en este momento; pero dado que otras fábricas empiezan a usar más bioenergía, debemos reducir las emisiones debidas al transporte para conservar nuestra ventaja”, observa Granås. Añade que Iggesund trabaja estrechamente con sus proveedores logísticos en busca de soluciones alternas de transporte que reduzcan emisiones.

Respecto al consumo de agua, se están poniendo en práctica proyectos extensos en ambas fábricas. El año pasado, Iggesund Mill redujo su consumo de agua en un diez por ciento, aproximadamente; pero Granås afirma que la empresa no está satisfecha todavía.

“Podemos hacer todavía más en Iggesund Mill para reducir el consumo de agua, que ha sido relativamente alto durante mucho tiempo y que se debe, sin duda, a que durante más de cien años no hemos tenido interrupciones en la producción por falta de agua. Tenemos la suerte de encontrarnos en un lugar con recursos de agua excelentes”.

Ambas fábricas de Iggesund están tomando medidas serias en esta cuestión también, y estiman que los proyectos que tienen en pie generarán reducciones significativas para el año 2020. “Durante el 2020 trabajaremos más en nuestras áreas clave de salud, clima y agua, para seguir estando a la altura de las demandas de alta sostenibilidad del mercado”, promete Johan Granås.

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