Todo se detuvo cuando comenzó la crisis. Entonces sucedió algo maravilloso. Personas adaptadas. Para nosotros, lo primero que afectó fue la forma en que trabajamos. Cambió la forma en que todos colaboramos. Antes, confiábamos en trabajar en estrecha colaboración en una oficina abierta que fomentaba las ideas creativas. Eso salió por la ventana inmediatamente y el primer desafío fue el aislamiento.

La videoconferencia funciona bien para algunas cosas, especialmente la comunicación remota, pero no siempre es la mejor manera de trabajar. También comenzamos a confiar más en el almacenamiento en la nube y pasamos de equipos de alta gama en la oficina a servicios basados en la nube.

Nuestro software de producción siempre había sido diseñado para hacer lo que se necesitaba, pero lo que cambiamos fue la forma en que lo usamos. Hemos agudizado nuestro enfoque. Ahora estamos usando un repositorio común de información. Siempre estuvo ahí, pero no confiamos en él. Ahora dejamos más comentarios. También ha sido un desafío el aspecto del cuidado humano al pasar de la configuración estándar del entorno de oficina al entorno doméstico.

Mucha gente dice que el virus cambiará permanentemente la forma de trabajar de las personas. Lo discuto. El Coronavirus nos ha evolucionado. Ha acelerado las cosas. Cosas que hubieran tardado una década en cambiar han tardado cinco meses. Creo que mucho de lo que hicimos tendrá que volver, pero habrá evolucionado. Y la mayor evolución estará en la forma en que trabajamos en colaboración con las personas y la tecnología. Conservaremos todas las herramientas que hemos mejorado.

El impacto más amplio ha sido que ha aumentado la confianza de las personas en la compra online. Y no solo en el lugar habitual. En lugar de simplemente ir a Amazon, comenzaron a ponerse en contacto con los editores o las librerías locales. Tradicionalmente, las grandes empresas dominaban el mercado a través de su acceso a las tiendas. Compraron el espacio y fue difícil competir con ellos. No hubo necesidad de avanzar hacia el libro de un modelo. De repente se lo quitaron. La venta de libros se convirtió en un campo de juego nivelado. Estableció un nuevo panorama comercial. Si forzó una evolución y me sorprendió lo rápido que todos se adaptaron.

Eso ha hecho que se enfoque mucho más en tiradas más cortas y variedad de contenido. La impresión digital, que se consideraba una especialidad y no se tomaba en serio, ahora de repente está impidiendo que las empresas se arruinen. Los pedidos de series de uno para nosotros han aumentado más del 400%. Diciembre fue nuestro mes más alto.

Teníamos una reunión para planificar el 2021. El desafío para nosotros es encontrar la manera de producir libros de uno, rápidamente. Estamos conectados con las librerías locales y el mercado en línea. Podemos recibir y producir pedidos sobre la marcha, pero necesitamos reducir las horas. Probablemente se mantendrán tiradas de 1.000, pero ese no es nuestro crecimiento. Nuestro crecimiento es libro de uno, entregado directamente a casa. Para abordar eso, debemos cambiar y realinear nuestros procesos.

Tenemos la capacidad de producir 3,000 libros al día, 300 de los cuales eran libros de uno. Pero si producimos 2.000 al día, y todos son libros de uno, hemos remodelado el negocio para adaptarnos a la demanda y creado un modelo rentable. Antes, el enfoque estaba en la velocidad y el coste. Ahora se trata de versatilidad. Preferiríamos ejecutar una prensa comparativamente más lenta, pero es primordial poder conectarnos al equipo de acabado de una manera totalmente automatizada que permita la producción sin supervisión.

Creo que en 30 o 40 años todo será digital. Hay un lugar para ese libro de museo de edición especial que la impresión digital no puede administrar en este momento, pero también creo que hay algo que es lo suficientemente bueno. Nuestro uso de muchas pantallas diferentes en la vida diaria ha eliminado la expectativa de una estricta combinación de colores. Las personas aceptan más las diferencias de color debido a la forma en que las consumen.

No veo un cambio en los tipos de libros que los consumidores eligen o los editores que publican y esa es una de las mejores cosas. Vine de la industria tecnológica a la publicación por mi amor por la lectura. Creo firmemente que los seres humanos están programados para consumir conceptos de la narración. Es la impresión digital lo que lo respalda, no el impacto del virus.

Publicamos un libro de una mujer que había perdido a un hijo. Lo escribió como parte de su terapia, pero en cierto modo, fue una guía para otros padres. Por supuesto, se espera que los padres nunca se encuentren en esa situación pero, si lo hacen, existe este libro. Antes de la impresión digital, no se habría producido: se habrían necesitado pedidos de 3.000 o 4.000 para cubrir los gastos.

Tenemos varias publicaciones impresas y hemos podido producir las historias sobre las que la gente quiere leer, aprender. No nos preocupa si son un fenómeno de masas. Podemos alcanzar el punto de equilibrio después de unas pocas docenas de libros. Hoy en día, las personas pueden encontrar fácilmente las historias que desean leer de una manera más relajada.