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Cómo trabajar a distancia sin dejar de ser parte del equipo

  • Publicado el 13 de Febrero de 2017
  • Tim Stone

El trabajo a distancia encuentra reticencias en muchas empresas y directivos. La productividad es uno de los factores que más se tienen en cuenta, pero no es el único importante. La ausencia de un empleado en la oficina puede influir en el resto de compañeros y tener un impacto negativo en el concepto de equipo. Pero si se gestiona correctamente, el trabajo a distancia no perjudica el entorno profesional, y por el contrario permite mantener la relación laboral. La tecnología ayuda a minimizar este problema.

Como empresa, es útil proporcionar herramientas que permitan una conexión continua: herramientas de flujo de trabajo como Trello o Basecamp, herramientas de mensajería instantánea como Slack, herramientas de audio y video de alta calidad como Skype for Business y Polycom y herramientas tradicionales como el correo electrónico y el móvil. Podemos hacer referencia al informe de Conference Board, que señala que estas tecnologías transforman el trabajo "en una actividad móvil y a distancia" independientemente de la ubicación del profesional.

La asistencia a las reuniones en la oficina también puede ser vista como un problema. Una forma de facilitar el proceso para trabajar en remoto es estar disponible para acudir físicamente a la oficina cuando sea necesario. No tiene por qué ser o todo o nada, es decir, trabajar en remoto de manera habitual no significa que nunca más se pueda pisar la oficina, o que no se pueda tener un modelo laboral en el que unos días se trabaje en remoto y otros desde la oficina, al menos en una primera fase de adaptación por parte de la empresa, y de los profesionales.

El hecho es que son muchas las compañías de reconocido prestigio que operan con una cultura de trabajo a distancia. Polycom, la empresa de la que formo parte, promueve el poder trabajar desde cualquier lugar, lo que significa que los empleados pueden realizar sus funciones desde casa, desde la oficina, en una cafetería o donde sea. Para comunicarse con colegas a miles de kilómetros de distancia a través de videoconferencia de alta calidad solo hace falta un clic. Me siento tan conectado con mis colegas en Singapur y Londres como lo hago con mis compañeros de la oficina en Madrid.

Por último, la disponibilidad es clave para conseguir que una empresa reticente integre el trabajo a distancia. He tocado este tema ya, pero vale la pena dedicarle algo más de tiempo. Es importante que el empleado que comienza a trabajar en remoto haga evidente su presencia y disponibilidad por correo electrónico, teléfono, audio y video chats durante las horas de trabajo.

De acuerdo con Alan Henry en su artículo de Lifehacker, "estar disponible y en contacto regular será la herramienta más fuerte para asegurarse de que todos están contentos con la idea de trabajar desde casa". Además, "estar abierto a estas opciones ayuda a construir el tipo de confianza que es esencial para el teletrabajo".

Una buena idea es pedir primero un horario a tiempo parcial para trabajar a distancia, explicando que se estará completamente disponible por teléfono, correo electrónico, mensajería instantánea o cualquier otra herramienta durante esas horas. También ayuda describir los beneficios del acuerdo y presentarlo de manera que, el teletrabajo, también significará, por ejemplo, que estarás disponible para comenzar a trabajar antes, evitando el tiempo de desplazamiento hasta la oficina cada mañana.

Mi consejo, ser flexible y probar uno mismo. Si tu empresa o tu superior tiene dudas, utiliza un período de prueba para demostrar que estás tan disponible como estabas en la oficina, adelántate a los plazos de entrega del trabajo para demostrar que llevarlo a cabo en un entorno libre de distracción aumenta tu productividad y mostrarle al jefe que no arriesga nada al permitir el trabajo a distancia.

Tim Stone

Vicepresidente de Marketing de Polycom, EMEA

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