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Mejorar el color independientemente del proveedor

  • Publicado el 30 de Enero de 2017
  • Shoshana Burgett

El color es un componente esencial de todos los productos que vemos y tocamos que además genera una respuesta emocional. De ahí que, cuando un producto no acaba teniendo el color previsto una vez que llega a la tienda o a la sala de exposición, el consumidor lo rechace. El resultado es una reacción en cadena negativa desde la marca y el departamento de diseño hasta producción, pasando por compras y proveedores.

El proceso de llevar un producto al mercado es complicado. Como la mayoría de cosas en la vida, nuestra imaginación es más amplia y luminosa que lo que la realidad impone. Independientemente de que el producto sea una novedad o una actualización, sacarlo al mercado implica varias actividades de desarrollo paralelas, procesos de revisión y aprobación, así como numerosas reuniones para discutir, repasar y acordar el diseño, el color y el material.

Así lo confirma una encuesta realizada por X-Rite Pantone a 625 diseñadores, quienes en su mayoría coinciden en que la mayor dificultad de lanzar un producto es la gestión del color. Cuando se les pregunta con más profundidad al respecto, los encuestados precisan que la uniformidad del color en distintos materiales es lo más difícil de conseguir. Acordar el color, definir un estándar y aprovechar la tecnología para garantizar unos resultados uniformes y alcanzables son pasos que pueden ayudar a reducir los obstáculos y la frustración que provoca el constante ir y venir entre los departamentos técnico, de marketing, de diseño y los proveedores.

Conseguir que todo el mundo esté de acuerdo, sobre todo en algo tan subjetivo como el color, lleva su tiempo. Además, la fase de desarrollo debe incluir varios pasos necesarios para saber no solo cómo se comportará el color en un determinado material, sino qué aspecto tendrá y qué sensaciones transmitirá el producto final en el mercado. Por suerte, existen algunas soluciones innovadoras que ayudan al diseñador a comprobar cómo se verá el color en distintos materiales. Estas herramientas permiten desarrollar paletas cromáticas y conseguir su aprobación al principio de la fase de diseño.

Trabajo en equipo

Para comprobar la calidad del color, diseñadores y proveedores suelen ver el artículo en cuestión en el exterior, con luz natural. No obstante, ésta varía enormemente según el lugar, la estación del año, la hora del día y las condiciones climatológicas. La mejor manera de examinar el color ‒y la que menos se usa‒ es utilizando la iluminación controlada que proporciona una cabina de luz. Según el producto y el sector, los iluminantes para luz diurna D50 o D65 son las condiciones de visualización estándares para aprobar el color. También es buena idea que los diseñadores vean muestras en las mismas condiciones en las que se presentará el producto, por ejemplo, la iluminación de la tienda o el hogar, las cuales incluyen cada vez más la iluminación con leds, una luz que muchas cabinas todavía no admiten y para la que aún no se ha definido ningún estándar.

Es posible que el cliente y otros implicados en el proceso no sean conscientes de la importancia que tiene este paso y no dispongan de una cabina de luz. Por eso hemos desarrollado una herramienta sencilla, las etiquetas indicadoras adhesivas Pantone, con las que el usuario puede saber rápidamente si las condiciones de iluminación son las adecuadas. Siempre me sorprende la gente que dice que ha aprobado un color desde la habitación del hotel o la oficina sin ser consciente del efecto negativo que esta decisión puede tener, ni de los costes y pasos innecesarios que implica validar un color sin usar una luz controlada.

Retos del color y del material

Otra encuesta de X-Rite Pantone confirma que conseguir y mantener el color exacto es una de los mayores quebraderos de cabeza de las marcas y los diseñadores. Si profundizamos en las respuestas de los encuestados, vemos que obtener un color uniforme entre proveedores diferentes y producir un color preciso en los soportes previstos son dos de las cosas que más preocupan.

Muchos diseñadores se inspiran en el mundo real y a menudo toman fotografías de los elementos que les llaman la atención. Estas imágenes, normalmente en formato RGB, suelen abrirse en Photoshop, donde se identifican los colores de las mismas. En esta fase, pueden usarse valores de cuatricromía, L*a*b o HEX, o bien un color Pantone. Existen numerosas utilidades, como Pantone Studio, que permiten capturar una imagen de manera fácil y rápida, y enviarla automáticamente a un programa de Adobe o promocionarla a través de las redes sociales o el correo electrónico. El problema está en que muchos de los espacios cromáticos que suelen usar los diseñadores solo funcionan en el ámbito físico, mientras que los diseños pasan del mundo físico al digital durante el proceso de desarrollo. Los diseños son digitales, luego se crean muestras físicas de los mismos, que a continuación se retocan para representar mejor la idea original a partir de la evaluación de la muestra física, y así sucesivamente. Incluso después de que el producto haya salido al mercado, hay que mantener un equilibrio constante entre el estándar físico y el digital, lo que contribuye a optimizar la comunicación del color y los cambios. El tipo de productos y materiales de la empresa, la complejidad de su cadena de suministro y la innovación interna determinan que la compañía trabaje con un estándar visual, una combinación de estándares visual y digital o uno exclusivamente digital.

Los valores CMYK, L*a*b y Pantone son todos útiles para comunicar el color y guiar al departamento de diseño durante la fase de creación del producto físico. Con el ir y venir entre el ámbito físico y el digital, es importante tener en mente que el color y el aspecto del producto no siempre se ven del mismo modo en un monitor o pantalla que en una muestra física, ya que son medios diferentes para visualizar el color. También influyen los soportes, ya que la luz se refleja y se desvía de maneras diferentes; así como las formulaciones, que varían según la región y el material. Al diseñar, es importante elegir colores que puedan reproducirse en el material previsto, no solo colores que se vean bien en pantalla.

La forma de hacerlo es usando estándares cromáticos desde el principio del proceso. Un ejemplo es PANTONE TCX para aplicaciones de moda y hogar, que se emplea para ropa de algodón o, con un determinado juego de colores, incluso de nailon. También existen estándares PANTONE para plásticos, pintura, metales y papel.Utilizar esta clase de estándares como guía es un primer paso para asegurarnos de que los colores que buscamos puedan fabricarse. Marcas destacadas acuden el Pantone Color Institute para que les ayude a desarrollar colores o paletas corporativas únicas para una gama amplia de soportes, más allá de los productos estándares que ofrecen.

Usar herramientas que simulen los colores en diversos materiales también es un buen comienzo. Utilidades como PantoneLIVE™ Color Book and Visualizer permiten a los diseñadores de envases crear un color, simularlo en el material del envase y, por último, especificárselo a los proveedores. Los diseñadores pueden ver rápidamente cómo quedaría el color en un cartón kraft, en un soporte blanco o en otros materiales del envase o expositor. Así pueden visualizar su diseño con precisión en Illustrator y tomar decisiones sobre el color en una fase mucho más temprana del proceso. Con este tipo de herramientas para representar el color sobre el material en cuestión, se minimizan los rechazos por parte del cliente y las consiguientes repeticiones, así como la frustración que supone trabajar con un color que luego no puede reproducirse en la producción.

Incluso se están desarrollando tecnologías que permiten a las marcas y a los fabricantes no solo visualizar el color, sino también todas las características relativas al aspecto de un determinado material, para tener en cuenta estos datos en el proceso de diseño. Por ejemplo, el «ecosistema» Total Appearance Capture (TAC™) de X-Rite es un programa de medición del aspecto que aporta una precisión y eficacia sin igual en las tareas de captura, comunicación y presentación digital de las características físicas de los soportes de forma virtual. Con TAC, diseñadores, artistas 3D, especificadores de materiales y profesionales del marketing dan vida a sus diseños representándolos con materiales digitales que tienen las mismas características visuales que los soportes físicos. Los líderes de opinión de industrias como el automóvil y la moda están adoptando rápidamente este enfoque innovador, que permite seguir virtualmente el proceso del diseño al desarrollo del producto.

Los datos, nuestros aliados

Una vez acordado el color entre las partes, el estándar final se mide con la ayuda de un espectrofotómetro. Existen varias clases de espectrofotómetros, así que deberemos elegir el que más nos conviene en función de los productos fabricados y las tolerancias definidas. Puede que los diseñadores empiecen trabajando con un espacio cromático RGB o HEX, y luego pasen a usar colores CMYK o directos como los Pantone. Es necesario medir el color en algún momento, para lo cual se suele usar el espacio cromático L*a*b. Sin embargo, lo más útil es utilizar los datos espectrales que se obtienen al medir el color con un espectrofotómetro adecuado.

Los datos espectrales no dependen del dispositivo, y el resto de composiciones cromáticas, como RGB, CMYK, una gama cromática ampliada o una fórmula personalizada, pueden derivarse con exactitud de dichos datos. «Cuando medimos un color con un espectrofotómetro, los datos espectrales que se obtienen son como el ADN del color», dice Brian Ashe, arquitecto de soluciones en X-Rite Pantone. «Esos datos pueden resultar muy valiosos, ya que son una guía útil para dar con el color exacto en soportes y procesos distintos, o para predecir cómo se verá el color en condiciones de iluminación diferentes.» Puede que haya muchos diseñadores, marcas e incluso fabricantes que no sepan lo que son los datos espectrales, pero en una cadena de suministro compleja que requiera colores precisos y alcanzables, estos son un gran aliado.

En la mayoría de cadenas de suministro, se emplean instrumentos de marcas y modelos diferentes, por lo que los resultados pueden variar. Los responsables de laboratorios y los profesionales especializados usan equipos más avanzados que se ciñen a un umbral determinado. De esto modo se puede comunicar el color más preciso desde el principio del proceso. Por otro lado, para verificar la producción, también se usan herramientas de control de calidad más básicas, que usan una tolerancia menos estricta. En cualquier caso, el tipo de instrumento que se utilice es clave: en cuanto se toma una decisión, se marca la pauta del equilibrio del proceso. El tipo de producto influye en este caso: por ejemplo, una camisa masculina que se vende muy bien y que necesita combinarse con otras prendas necesitará una tolerancia más ajustada que una pieza de bisutería, un artículo cuyos costes de desarrollo son inferiores y que puede que solo sea de temporada. La decisión sobre el grado de variación aceptable del color suele acordarse entre los departamentos de compras, control de calidad y diseño.

Datos para encontrar la aguja en el pajar

Los datos que se acumulan en los programas de gestión de la vida útil de los productos pueden ser confusos, ya que muchas personas introducen información en el sistema y a veces no de manera uniforme. Tener un conjunto de procesos definidos para introducir datos cromáticos, gestionar los datos y controlar los proveedores puede ayudar a diseñadores, marcas, proveedores, tiendas y empresas de comercio electrónico a optimizar las tareas y evitar problemas posteriores.

También hay que tener en cuenta que trabajamos en un mundo global. Es decir, los datos se comparten y la calidad cromática se verifica en países, continentes y zonas horarias diferentes. Cuando algo falla, detectar y corregir el problema puede llevar mucho tiempo. Definir un proceso de introducción de los datos en el sistema (HEX, RGB, CMYK, datos espectrales o un estándar como Pantone) que se use en toda la cadena de suministro es fundamental. Trabajamos en dos mundos, el digital y el físico, y los colores deben ser uniformes en una gran variedad de productos de ambos entornos. El sistema de gestión de la vida útil del producto se emplea para varios clientes. El departamento de comercio electrónico aprovecha los datos de la lista de materiales para genera la experiencia en línea, mientras que los proveedores deben conocer las tolerancias y los pasos de producción para fabricar el producto. Seguir un mismo proceso definido elimina la confusión que puede generar la utilización de varios estándares.

Utilidades de calibración de instrumentos como NetProfiler u otros integrados en equipos y software de medición cromática sirven para garantizar que las mediciones realizadas por los proveedores cumplan los estándares y las especificaciones. Es fantástico que el proveedor se ajuste a sus necesidades de cantidad y coste, pero los productos que no cumplen las tolerancias cromáticas pueden afectar a las ventas. Poder evaluar si el proveedor se atiene a las especificaciones es muy útil, y estas herramientas permiten reseguir el proceso y detectar el origen de los problemas. Estas aplicaciones controlan los instrumentos y, como la luz del cambio de aceite en el coche, nos avisan cuando surge un problema. Con la ayuda de esta clase de herramientas, las marcas y las cadenas de suministro complejas pueden trabajar con procesos estándares para garantizar la uniformidad y reducir los errores en el color, cuyo coste es muy elevado.

Unión de color y material

En general, el diseño se lleva a cabo en 2D con aplicaciones como Adobe Creative Cloud, aunque el 3D se está extendiendo cada vez más. X-Rite ha centrado su atención en varias soluciones innovadoras de visualización y control del aspecto para la industria del automóvil. Por ejemplo, con el TAC Scanner, el usuario puede escanear el material para obtener tanto el color como otras características del aspecto en formato digital. Así se optimiza el proceso de desarrollo y se acorta considerablemente el tiempo que los diseñadores deben dedicar a ajustar archivos digitales manualmente. Ahora pueden usar activos digitales fotorrealistas que representan con mayor fidelidad el aspecto del color y del material en un diseño 3D.

El TAC Scanner forma parte del «ecosistema» TAC, que incluye el centro de control PANTORA, que permite guardar, gestionar, ver y editar el material capturado, así como compartirlo a través del formato AxF™ (formato de intercambio del aspecto) con las aplicaciones de gestión de la vida útil y de diseño CAD más populares. Otro de los componentes del sistema es la cabina de luz TAC Virtual Light Booth, que sirve para ver representaciones virtuales de los materiales digitales en condiciones de iluminación diferentes y compararlas con muestras físicas.

Gracias al «ecosistema» TAC, el proceso que va del diseño a la fabricación puede acelerarse. Se prevé que, en el sector del automóvil, los sistemas de representación del aspecto ayuden a acortar el proceso de aprobación del color de los materiales y el ciclo de comercialización. Disponer de una biblioteca de materiales digitales fotorrealistas basados en formatos estándares también proporciona uniformidad cromática en los diseños virtuales entre plataformas. Ésta es una nueva manera de comunicar el color y el aspecto para las marcas, de manera tanto interna como externa.

Fabricación innovadora

Hoy en día, los flujos de trabajo de fabricación son digitales, pero vivimos en un mundo físico. Debemos ayudar a los diseñadores ‒tanto 2D como 3D‒ a trabajar en los entornos digital y físico proporcionándoles datos que les sirvan para tomar decisiones razonables y racionales en la fase inicial del proceso. No existe ninguna varita mágica que garantice la uniformidad cromática en materiales y procesos distintos, pero sí disponemos de herramientas y soluciones que, más que nunca, nos ayudan a conocer las limitaciones de los materiales, a formular el color de la mejor manera y a entender por qué es importante usar datos espectrales para evaluar si el color se ajusta a los estándares establecidos. Así, se abre todo un mundo de posibilidades para los diseñadores y las marcas, que pueden obtener los colores y las paletas de materiales que necesitan para crear productos uniformes en un abanico amplio de soportes. Ahí es donde nos está llevando la nueva generación de soluciones para el color.

Shoshana Burgett

Directora de estrategia corporativa de X-Rite Pantone

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