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Herma instala 1000 etiquetadoras en diez años

  • Publicado el 08 de Septiembre de 2016

Una historia de éxito para ambas partes que probablemente sea única en el ramo: el especialista en etiquetadoras Gernep, con sede en Barbing, cerca de Regensburg, ha montado su etiquetadora HERMA número 1000. Todas las rotativas para etiquetas de adherencia de Gernep disponen de forma estándar de etiquetadoras del tipo HERMA 400 Rotary.


"De buena razón puede afirmarse que se trata de una cooperación muy exitosa tanto para Gernep como para HERMA que ahora cumple 10 años", afirma el gerente de Gernep Martin Hammerschmid a las puertas de esta celebración tan especial. Y Martin Kühl, director de la división de etiquetadoras de HERMA, completa: "Estamos encantados de haber podido y de poder contribuir por nuestra parte a la especial historia del éxito de Gernep."


"Todo comenzó con la compra de 4 etiquetadoras HERMA 400 justo antes de las Navidades de 2005", recuerda el director de proyectos Michael Kürner. "En aquella época, Gernep nos presentó exigencias muy ambiciosas sobre medidas, velocidades y los grados de precisión que debían alcanzarse. Al final, solo HERMA fue capaz de solucionar eficazmente todas las exigencias". Gernep tenía buenos motivos para ser tan exigente. "Nuestras etiquetadoras rotativas tenían muy buena fama en la industria de bebidas", explica Hammerschmid refiriéndose a la situación de entonces. "Sin embargo, queríamos usar nuestra reconocida experiencia para otros ramos, como el farmacéutico y el cosmético, donde se etiqueta con la máxima precisión. Y pudimos conseguirlo, también gracias a las etiquetadoras de HERMA."



HERMA 400 Rotary, que se usó por primera vez en Gernep, se caracteriza por su forma de construcción especialmente delgada y la eliminación de un armario de distribución separado. De este modo, es posible colocar nueve estaciones etiquetadoras en una máquina rotativa, por ejemplo, para las etiquetas delanteras, traseras y del cuello. Para cada etiquetadora se dispone de otro aparato en modo de espera. Cuando se llega al extremo de un rollo se conecta automáticamente la siguiente etiquetadora, con lo que se garantiza un funcionamiento continuado.


Un ajuste de altura e inclinación variable procura una posición óptima en cada instalación. Asimismo, se garantiza una precisión muy elevada. La etiquetadora está sincronizada con la velocidad de la máquina rotativa. Gracias a su elevada velocidad propia, las rotativas suelen necesitar algunos segundos para ponerse en marcha y pararse. Con la sincronización automática, HERMA 400 Rotary evita que durante este tiempo se produzcan desechos.

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